viernes, 18 de marzo de 2016

TODA CLASE DE PIELES


Érase una vez, en el Reino de Castilla, un Rey preocupado. Pues tenía una preciosa hija que pronto cumpliría dieciocho años y que debía casarse si quería convertirse en Reina. Pero la Princesa Catalina era cabezota, y no quería casarse con cualquiera. Quería casarse por amor, como las princesas de los cuentos. Ella soñaba con un príncipe guapo y encantador, que la llevara en su alto y blanco caballo por los verdes pastos. Un príncipe con quien pasear al atardecer por los alrededores del castillo entre risas y abrazos.

Al Rey Rodrigo se le acababa el tiempo, y como Catalina no conocía a ningún príncipe azul, le dijo:
-  Vendrán los príncipes herederos de la península, y entre ellos elegirás a tu futuro esposo.

Catalina no estaba de acuerdo, no quería casarse por nada del mundo obligada por su padre, debía ser una historia de cuento de hadas, como los que leía hasta altas horas de la madrugada entre las sábanas y que tanto la habían hecho soñar.

-  No, no y no – pensaba Catalina. Algo se le ocurriría para no tener que casarse todavía.

Faltaban apenas unos meses para el cumpleaños, pero su padre, para intentar convencerla ya la había dado su primer regalo. Era una pulsera de oro. Una maravillosa pulsera de la que colgaban unos adornos preciosos y era solo suya. Pero de pronto llamaron a la puerta y se rompió la magia:

-  El príncipe Dante de Asturias, el príncipe Diego de Galicia y el príncipe Durán de León. Anunció el ayudante del Rey.
-  ¡No puede ser! ¡Papá! – dijo Catalina con un ligero mareo.

Entraron los tres príncipes en la sala, con aires de grandeza y vista al frente.

-  Vaya rollo – pensó Catalina.

Dante era muy guapo, pero parecía bastante soso. Diego era delgaducho y feo, pero muy sonriente. Y Durán era… diferente. No parecía un príncipe, más bien un escudero. Era bajito, gordo y no muy agraciado.

-  Nooooooo. ¿Y ahora que hago?, vamos piensa, piensa, piensa… – decía Catalina en voz baja una y otra vez.

Entonces se le ocurrió una idea. ¡Estaba salvada! Si querían ganar su corazón, al menos debían regalarle algo que ella quisiera más que nada en el mundo. Como no podía enamorarse en cinco minutos de ninguno de ellos, ¿qué tenía de malo hacer que se esforzaran un poco por ganarse su aprecio?

Al primero le pidió un vestido tan dorado como el sol. Al segundo, un vestido tan plateado como la luna, y al tercero un vestido tan brillante como las estrellas. Y partieron los tres caballeros sin perder tiempo sobre sus bonitos caballos.

Al Rey no le había hecho mucha gracia la petición de Catalina, pero no le quedó más remedio que conformarse. Quien trajera el presente a la Princesa se casaría con ella.

Por desgracia para Catalina, después de dos largos meses, que para ella no fueron tan largos, llegaron los tres príncipes con orgullo y cargados de regalos para la chica.

-  No me lo creo – pensaba ella sin entender. ¿Qué hago? ¡Necesito más tiempo!

Abrió los paquetes y allí estaban. Eran precisos. Tres vestidos únicos y diferentes. Uno dorado como el sol, otro plateado como la luna y el último brillante como las estrellas. Eran simplemente perfectos. Pero seguía sin querer casarse con ninguno de ellos. De pronto, dijo:

- Muchas gracias por los vestidos, son preciosos. Estoy muy agradecida, pero como los tres habéis cumplido con lo que os pedía, os propongo otra cosa para terminar de decidirme. El que lo consiga será mi esposo y futuro Rey de Castilla junto a mi. Quiero un regalo de boda, un abrigo hecho con la piel de todos los animales que viven en el mundo. El primero que lo traiga ganará mi corazón.

Partieron los tres al atardecer, esta vez su tarea era más complicada, pero no se darían por vencidos hasta conseguir lo que la joven les había pedido.

Casi cuatro meses habían pasado y Catalina ya estaba tranquila pensando que había ganado a su padre, pero no era así. Un día la puerta se abrió y apareció el joven Dante. La Princesa lo miraba fijamente sin poder decir una palabra. ¡Había traído el abrigo!

Por lo menos era el mas guapo, pero tan soso... No le quería, no estaba dispuesta a pasar el resto de su vida con él y menos compartir el Reino.

Ya estaba todo dispuesto, el cumpleaños de Catalina iba a ser en una semana, y llegada esa fecha, se casarían. Lo celebrarían por todo lo alto y serían felices y comerían perdices. O eso es lo que decía el Rey Rodrigo al menos…

Al caer la noche, Catalina metió en una bolsa los vestidos, se puso el abrigo, cogió su pulsera con fuerza y huyó del castillo lo más rápido que pudo. No quería renunciar a sus sueños, así que decidió que ni Reina, ni marido, ni castillo, ni nada. Se fue sin mirar atrás y desapareció en el bosque.

Dormía de día y andaba de noche. Pasaron muchas noches y muchos días, y aun más y más hasta que no supo cómo contarlos. Había andado tanto… estaba tan cansada… y tan sucia… y tan triste… un ruido la sobresaltó y ya era demasiado tarde para correr.

¡La guardia real la había encontrado y la llevaban al castillo! Pero… ¡un momento! ¿dónde estaba? Ese no era su castillo. ¡Salvada!

Se tapó con el abrigo para que nadie la conociera por si acaso. El príncipe, al no conseguir saber su nombre, de donde venía o que hacia en el bosque, llamó a Osorio, el cocinero.

-  ¡Osorio! ¿puedes venir por favor?
-  Diga jefe – dijo el descarado chef
-  Esta niña va a ayudarte en la cocina hasta que sepamos qué hacer con ella
-  Bueno, algo apañaremos. ¡Vamos hija, que yo te llevo!

Catalina no quería decir quien era, si lo descubrían la llevarían de vuelta a Castilla y tendría que casarse con Dante y no quería eso por nada del mundo. Así que ella trabajaba duro y no hablaba apenas con nadie.

El príncipe Alonso, como todos los príncipes, debía encontrar una buena esposa. Aunque a él eso no le interesaba mucho, era su obligación si quería ser Rey. Los deberes de la realeza siempre interrumpía sus sueños, pero debía ser un buen Rey para su pueblo. Decidió dar una gran fiesta con la esperanza de encontrar alguna joven con quien pasar un buen rato y posiblemente una vida agradable y feliz.

La fiesta duraría tres días, y vendrían todas las muchachas casaderas de la península para conocer al joven Alonso e intentar convencerle de que alguna de ellas era la princesa de sus sueños.

Catalina, como buena princesa, adoraba las fiestas y estaba deseando ir. Le pidió permiso a Osorio. Como estaba todo preparado no tenían mucho más que hacer, así que el cocinero dijo que si. Pero con una condición: debía volver a tiempo para prepararle al príncipe la sopa que tomaba cada noche antes de irse a dormir.

Así lo hizo Catalina. El primer día, se puso un vestido tan dorado como el sol. Cuando el príncipe la vio no pudo evitar acercarse a ella, hablaron un poco y él intentó bailar con ella, pero la chica no quería que la descubriera así que en cuanto pudo se fue.

Se puso su ropa de trabajo, le preparó la cena y la subió a su habitación como le había dicho Osorio, el cocinero. No dejaba de pensar en el joven príncipe, quería volver a hablar con él, que la mirara de nuevo como lo había hecho. ¿Qué podía hacer?

Subió las escaleras, llamó a la puerta, dejó un plato de sopa muy caliente y se fue. Pero antes de irse, dejó caer uno de los colgantes de su pulsera, no sabia muy bien por qué pero lo hizo.

Cuando el príncipe acabo su cena, se fijo en un rincón del suelo, y encontró un pequeño objeto de oro. ¿Qué era eso?

El segundo día se puso otro vestido, tan plateado como la luna. Y estaba preciosa. Esta vez el príncipe fue derecho a ella, y estuvieron bailando toda la noche.

Al llegar media noche, Catalina corrió a vestirse con su ropa de nuevo. Hizo la cena del príncipe, subió las escaleras, llamó a la puerta, le dejo el plato de sopa caliente en la mesa, pero casualmente uno de los objetos de su pulsera calló dentro.

Cuando el príncipe lo encontró estuvo pensando un buen rato. ¿Qué misterio se ocultaba tras esos curiosos objetos?

El tercer día, la princesa se puso el vestido tan brillante como las estrellas. Catalina estaba nerviosa, había bailado con Alonso toda la noche y sentía que podía seguir haciéndolo el resto de su vida. ¿Se había enamorado?

Se le hizo muy tarde y no le dio tiempo a cambiarse de ropa. Se puso su abrigo por encima para que no la descubrieran, hizo la sopa y la subió corriendo a la habitación del príncipe. Esta vez dejó caer la última cuenta de su pulsera, al lado de la copa, muy a la vista.

Cuando el príncipe recibió la bandeja, no dejó que se fuera, y le preguntó si sabía algo de esos pequeños objetos. Catalina negó con la cabeza. Alonso le pidió que se acercara y que extendiera sus dos brazos, ella no puedo negarse. Al ver su pulsera incompleta dijo:
-  Sabía que eras tu. No me importa quien seas ni de donde vengas, pero debes ser mi esposa. ¿Te gustaría?

La chica dijo que si, no cabía duda, por fin se había enamorado y se habían cumplido sus sueños. Vivirían felices para siempre, comerían perdices, pasearían por el campo y nunca más tendría que ocultarse bajo toda clase de pieles.

Fin



¿A QUIÉN VA DIRIGIDA ESTA ADAPTACIÓN?

He pesando en niños de 6 años para esta adaptación ya que creo que aunque es un relato largo, es fácil de seguir. Está cargado de información pero es muy dinámico, por que pasan muchas cosas, y a esta edad los niños ya son capaces de entender el argumento de muchos cuentos.

Además, al ser una historia de princesas, caballeros valeroso, romance, aventuras y un poco de misterio, lo considero perfecto para introducirles una historia interesante y entretenida con la que conocer las fábulas de siempre, con algún toque histórico y mucha fantasía. Una combinación perfecta para la edad en que se encuentran.


REFLEXIONES RESPECTO AL ORIGINAL

Esta es una adaptación personal del cuento “Todo tipo de pieles”. Ya que está destinada a niños en edad preescolar, he modificado algunas cosas del original.

No he tratado el tema de la muerte. Aunque no se habla de la figura de la madre en todo el relato, no he aludido ni a su muerte ni a su vida, por lo que la interpretación de la falta de la misma en completamente libre. (En el original ella muere al dar a luz a su preciosa hija).

En cuanto a lo que pide la madre en su lecho de muerte a ese Rey triste y responsable, también he modificado algunas cosillas. No se alude en absoluto a la idea de que el padre volviera a casarse, aunque si se exige que la princesa Catalina contraiga matrimonio para heredar el reino de Castilla y convertirse en reina, que es por lo que ella acaba huyendo.

La herencia del collar materno con la corona, la moneda y la alianza, en esta versión es una pulsera con tres colgantes de oro. No se da importancia a qué es cada uno de ellos, sólo a que pertenecen a la misma pieza y que es de la princesa.

Quizá lo más difícil cuando escuché este relato era que el Rey era originalmente quien quería casarse con su propia hija para que se convirtiera en su nueva Reina. En esta versión, he decidido introducir a tres nuevos personajes, que deben ganarse el afecto de la princesa superando las pruebas que ella les impone para convencerla de quién es el más adecuado para ella. Este argumento lo hemos visto en muchas películas y leído en muchos cuentos infantiles, creo que es una manera de esquivar un tema complicado de explicar a los niños pero que mantiene el argumento de la historia sin cambiarla demasiado.

Creo que la adaptación respeta mucho el original, con un toque de cuento de hadas, quitando los matices más duros y con alguna licencia creativa pero manteniendo la esencia y los elementos importantes de la historia, que al fin y al cabo relata la misma fábula.


GUÍA DE PERSONAJES

Antes de empezar esta adaptación, he elaborado la lista de los personajes que iban a protagonizar la historia. Una vez definido el perfil de cada uno, me ha resultado más fácil la actuación de cada uno de ellos en la historia.

¡Os los presento!

Princesa – Catalina de Castilla. Una joven a punto de cumplir 18 años. Soñadora, ambiciosa y algo inconformista.

Príncipe 1 – Dante de Asturias. Heredero del reino de Asturias. Un joven apuesto pero de carácter pausado y algo soso.

Príncipe 2 – Diego de Galicia. Futuro Rey de Galicia. Encantador y sonriente, pero poco agraciado.

Príncipe 3 – Durán de León. El príncipe que reinaría en León al encontrar esposa. Era un joven bajito y rechoncho, pero muy valiente y decidido.

Príncipe encantador– Alonso de Aragón. Era guapo, bondadoso, inconformista y algo distraído. Futuro rey de Aragón. En edad casadera pero sin compromiso.

Rey – Rodrigo de Castilla. El padre de Catalina. Era buen padre pero muy severo en lo que a cumplir los deberes de la realeza se refiere.

Cocinero – Osorio. El chef del castillo aragonés. Talentoso, descarado y sin pelos en la lengua. No es grosero ni se sale de su papel de fiel criado de la realeza, aunque no duda en expresar su punto de vista, guste o no al que lo escucha.

Guardia real. Los que vigilan el castillo y sus alrededores. Encuentran a la princesa en una de sus guardias en territorio Real Aragonés.


BIBLIOGRAFÍA

Labajo, I. Bloque 2 módulo docente Literatura Infantil. (2016). Madrid: La Salle.
Labajo, I. Documentación complementaria bloque 1 Literatura Infantil. (2016). Madrid: La Salle.
Herrero, J. Módulo docente Psicología de la Educación. (2015). Madrid. La Salle.


WEBGRAFÍA

Imagen Cat-Skin de Bluefooted
bluefooted.deviantart.com/art/Cat-Skin-69339329


Y colorín colorado, este cuento se ha acabado. 
Y colorín colorete, ¡por la chimenea sele un cohete!

martes, 15 de marzo de 2016

LA CEBRA CAMILA 2.0



Conocí este libro hace sólo un par de meses, en casa de María. María tiene cuatro años, bueno, ¡hoy ya cinco!. Es una niña activa, despierta y un poquito mandona, pero la verdad es que nos llevamos fenomenal. Todas las semanas compartimos una tarde de juegos, risas, normas y también algunas peleas típicas de la edad. Aunque sigo siendo su canguro favorita.

Después de Navidad, y de exámenes, volví a su casa y me enseñó todo lo que le habían traído los Reyes. La Cebra Camila había sido uno de sus regalos y ella me dejó leerlo diciéndome que “era muy chulo”, pero que tenía que leerlo “en voz baja” que ella ya se lo sabía.

Lo leí y me gustó mucho. Me gustó la forma en que está escrito, las ilustraciones, las rimas y los mensajes que trasmite a lo largo de las páginas de una manera sencilla e inocente. Así que cuando leí en la guía de la asignatura la actividad 1, me acordé automáticamente de este cuento y se lo pedí a María para este análisis. ¡Esta semana se lo devuelvo sin falta!.

Según la editorial Kalandraka, La Cebra Camila ofrece una particular visión del paso de la niñez a una cierta conciencia del tiempo, al descubrimiento del mundo y de los problemas que entraña.

Marisa Núñez (Sarria 1961),
la autora de este cuento, es profesora de Educación Infantil, especialista en animación a la lectura y escribe cuentos infantiles, tanto propios como adaptaciones a cuentos tradicionales. Es editora en OQO y ha escrito ya numerosas obras como Cocorico, Huevos duros, Celestino Tarambana, El gato tragón, El pollito pelado, Rata Tomasa y Tom Ratón o Chocolata con la que ganó el Primer Premio Internacional del Libro Infantil de FEE de Suiza en 2007. Además de utilizar su nombre, también la podemos encontrar bajo los seudónimos de Patacrúa o Luisa Morandeira.

El ilustrador de esta obra, Óscar Villán (Orense 1972), es licenciado en Bellas artes y ha ilustrado un gran número de libros como por ejemplo La mora, Cinco, Cocodrilo, Luna, Miau, Un bicho extraño o El conejo blanco, con el que ganó el primer Premio Nacional de Ilustración en 1999.



FICHA BIBLIOGRÁFICA

TÍTULO: La Cebra Camila
AUTOR: Marisa Núñez
ILUSTRADOR: Óscar Villán
EDITORIAL: Kalandraka
FECHA 1ª EDICIÓN: Mayo 2000
EDAD EN LA QUE ME BASO PARA REALIZAR ESTE ANÁLISIS: 4 años.

¿Por qué para 4 años?

Para Piaget, a los 4 años, el niño se encuentra en la etapa preoperacional del desarrollo cognitivo. Jean Piaget afirma que del año y medio a los cuatro años, el niño desarrolla el pensamiento simbólico y preconceptual pero que aun no tiene representaciones mentales, aunque también debemos tener en cuenta que de los 4 a los 7, progresa el lenguaje considerablemente, por lo que nos encontraríamos al principio de una etapa que nos da mucho juego a la hora de introducir nuevo vocabulario y trabajar distintos cuentos dentro del aula de 4-5 años.

En el bloque 1 de la asignatura, se afirma que los niños de 4 años disfrutan del animismo, es decir, con historias de animales que hablan y que llevan una vida paralela a la de los humanos. Por lo tanto este es otro motivo por los que elijo a La Cebra Camila para una clase de 4 años, ya que creo que los niños van a disfrutar de la historia y las andanzas de este peculiar animal, que se encuentra con muchos amigos por el camino. Cada cual más curioso que el anterior.



FORMATO

Manejabilidad: Este cuento viene en un formato cuadrado, con unas dimensiones de 22x22 centímetros, lo que me parece muy manejable para niños de 4 años, por no ser de gran tamaño, aunque tampoco es demasiado pequeño para manejarlo. Además, es fácil de utilizar en el aula, en caso de que cada uno de los niños tengan un libro en su mesa, pudiendo manejarlo sin molestar a los niños que están en las mesas de al lado.

Tiene la tapa dura (encuadernación cartoné), por lo que es un libro resistente a golpes y transporte. Las páginas son de papel grueso, por lo que el gramaje es adecuado para que los niños de 4 años, que ya tienen una psicomotricidad fina bastante desarrollada, pasen las paginas del cuento sin problemas. Además, las paginas son de papel brillante, por lo que se pueden deslizar los dedos con facilidad. Una gran ventaja para el manejo de los más pequeños.

Portada: Tiene un diseño muy equilibrado, ya que se trata de un círculo que enmarca a la protagonista en el centro del cuadrado que conforma el libro. 

A simple vista, llama la atención, ya que nos encontramos a Camila en un plano general, vestida con sus calzones y sus tirantes de paseo, mirando fijamente a quien le toma lo fotografía. Camila tiene una cara peculiar, ya que resaltan unos ojos completamente redondos, suficientemente expresivos para que no haga falta que el animal sonría para ser entrañable a primera vista.

Ilustraciones: Los colores de este cuento trasmiten mucha serenidad, ya que tanto la portada como el fondo de las páginas son de un marrón-ocre apagado, simulando papel reciclado. Esto hace que aunque el fondo no sea claro, las letras puedan leerse sin problemas y además, deja que las ilustraciones de los personajes y su entorno se luzcan por sí solas, sin necesidad de colorear todas las esquinas del papel.

Como decía, los dibujos están llenos de colores, energía y movimiento, lo cual hace destacar más las escenas del relato, y anima a seguir leyendo qué es lo que le pasa a la cebrita a medida que avanza la historia.
 

Las ilustraciones reflejan a la perfección las palabras que el adulto va emitiendo en voz alta y motiva a querer saber el final de la historia. ¿Dejará Camila de tener tanta pena?


Tipografía: Es de gran tamaño y un color negro intenso, lo que hace que sea fácil de leer. No se trata de una tipografía clásica, de palo, ni redondeada, es larga y original, como Camila. Tiene un trazo peculiar, como escrita con plumilla con mucha calma y detalle. Creo que es clara y vistosa, y rompe con las mismas tipografías de siempre.


CONTENIDO

Temas principales: Este libro trata sobre el desarrollo personal, emocional, cognitivo y físico a través de un personaje con el que los niños pueden conectar fácilmente. A los 4 años, los niños tienen muchos recursos, ya no solo del habla, sino también cognitivos y físicos, por lo que se ven capaces de hacer muchas cosas por sí mismos. Esto algunas veces les lleva a tener un sentimiento de independencia tal que incluso se asoman las primeras muestras de rebeldía, de desafío a la autoridad y de autosuperación.

En la etapa que he elegido para trabajar este cuento, el niño es un remolino de emociones, igual que Camila, decidida a salir al mundo por su cuenta y riesgo, pero debiendo afrontar todas las dificultades que conlleva hacerse mayor.

La autora hace un guiño al crecimiento físico, dando a entender que la vestimenta que define a Camila y que su madre le aconseja llevar, le ha quedado pequeña. A todos se nos ha quedado pequeña la ropa y los zapatos, y en algún momento de nuestra infancia, nos hemos mostrado orgullosos de ello por reflejar “todo lo que habíamos crecido”. Como cuando te median en el quicio de la puerta y tu marca superaba con creces la anterior. La satisfacción de ese momento era enorme, y quizá dentro de muchos de nosotros también lo era el sentimiento de ser capaces de hacer muchas cosas que por edad o falta de recursos no podías hacer antes por “ser pequeño”.

Además a lo largo del cuento, se trata el desarrollo de la personalidad. Camila tiene sueños, deseos, ganas de salir al mundo y vivir su vida. A estas edades, los niños quieren afrontar riesgos, ver dónde están los limites y hasta donde pueden llegar, pero sobre todo, buscan su propia identidad y tienen ganas de conocer el mundo que les rodea y conocerse a sí mismos. Camila, va paseando por el campo, conociendo gente, contándoles sus problemas y creciendo personalmente con la ayuda de los demás. También es muy importante, la idea de aceptarse a uno mismo tal y como es. Aunque Camila ha perdido las rayas de su vestido, y los animales intentan animarla, es ella misma la que tiene que asumir sus características y luchar contra la adversidad con orgullo.

Como decía, la personalidad y autoconciencia, son dos temas que trata Marisa Núñez en esta obra, lo que hace a la cebra cuestionar lo que dice su madre, es decir, preguntarse si los adultos siempre tienen razón o pueden estar también equivocados algunas veces. Esto refleja el camino que recorremos entre infancia y edad adulta, en el que reflexionamos acerca de los famosos “por qué” que surgen cuando somos más pequeños y que tan temidos son por algunos padres.


Temas secundarios: además de todo lo que ya he comentado, en este cuento también se habla de las relaciones personales de Camila con sus amigos los animales y la relación que tiene con su madre. Creo que es un enfoque muy positivo, ya que todos los personajes colaboran con solidaridad y de forma muy natural. En cuanto a la relación que tiene la cebra con su madre, cuando empiezas a leer, se muestra a una madre autoritaria y responsable pero el desenlace se ve a una madre compasiva y cariñosa. Considero que el balance entre las cualidades que se muestra en mamá cebra, es muy positivo y fácilmente identificable con la que puede ser la madre de cada uno de los niños receptores de esta historia.

En un plano menos emocional, nos encontramos con otros temas como son el tratamiento de los números del 1 al 7. El 7 está considerado como un número muy simbólico, ya que son los días de la semana, los colores del arco iris, las notas musicales, los pecados capitales, los días de la creación, las vidas de un gato… son siete las lágrimas de pena de Camila, que con ayuda de los animales que se encuentra por el camino, irán disminuyendo hasta el encuentro final con su madre.

Se trabaja en el texto también algunos colores y materiales. Cada animal le da una raya, con los recursos de que dispone. Cada una de ellas es de un color y material diferentes: un anillo amarillo, una rayita de plata, un remiendo azul, una puntilla de tul negra, una cuerda de violín naranja, un cordón de botín morado y por último una cinta de crin. No son los colores clásicos del arco iris, que se muestran también en una de las ilustraciones y que nos sirven para recordarlos, si no que se abre el espectro a otros colores, los de los diversos materiales que nos encontramos en la historia, como la rayita de plata o la puntilla de tul.


Estructura: La estructura es sencilla y fácilmente entendible. Se trata de una composición clásica con planteamiento, nudo y desenlace.

En el planteamiento, la autora presenta a la protagonista de la historia:
“Allá donde se acaba el mundo, en el país donde da la vuelta el viento, vivía una pequeña cebra llamada Camila”

Además va dando algunas pistas sobre el escenario de la historia, hablando del viento y del cuidado que tenía que tener con la vestimenta lo que nos pone en guardia de lo que puede pasar a continuación.
“Como en aquel lugar el viento era tan travieso, Camila tenía que andar con mucho cuidado para no perder su vestimenta”

Cierra el planteamiento con el suceso clave de la historia. ¡Camila ha perdido las rayas de su vestido por culpa del viento!

En el nudo, la cebra, muerta de pena y llorando desconsolada, se encuentra a siete animales que la ayudarán a solucionar el problema de su apariencia con una alternativa colorida y original llena de encanto.
“¿Por qué lloras?” – le preguntarán todos ellos.
“Porque el viento bandido se ha llevado las rayas de mi vestido” – contestará Camila a todos ellos.

En el desenlace, Camila avergonzada por no haber obedecido a su madre, afronta el reencuentro con la cabeza baja, pero su madre demostrará que por encima de todo es madre y que es mayor el amor que siente por su hija que cualquier mala decisión que ésta haya tomado. Además, finalmente resulta que Camila tiene razón. ¡Los calzones le están pequeños! Ya es una cebra “mayor”.

Es una historia que se apoya en la repetición. En cada página aparece un animal que le pregunta algo a Camila, a lo que la cebra contesta siempre con las mismas palabras. Las preguntas y las respuestas se repiten página tras página, y la solución a la raya que le falta, se la dan en forma de rima, que hace que la historia sea más fácil de leer y de recordar para los más pequeños.



Protagonista: Se trata de un personaje animal con una vida paralela a la de los humanos, que como veíamos al principio, es una de las características que interesa a los niños de 4 años dentro de la literatura infantil que podemos trabajar en el aula.

Si leemos el cuento con atención, podríamos imaginar a una cebra Camila de 4 o 5 años, en etapa de crecimiento físico y personal, con los mismos problemas y situaciones a los que se enfrenta un niño del aula.

Camila es un poco egocéntrica, ya que el mundo gira alrededor de ella y sus problemas. En este relato, parece no existir nada más que las rayas desaparecidas de la cebra. Pero también es atrevida y desafiante, ya que sale de casa sin su ropa a pesar de que le han dicho que no lo haga. Tiene esa doble cara de un niños de 4 años que aprende viendo las consecuencias de sus actos e intenta medir qué limites puede forzar y cuales no. Me ha llamado la atención que al principio, cuando Camila sueña con cómo sería rodar por el campo con el viento, se ve en una imagen futura cumpliendo sus deseos, lo que refleja en este rango de edad, la toma de conciencia de sí mismos y de los tiempos que viven, en este caso podemos decir que es consciente del presente y deseosa de un futuro próximo.

Además Camila tiene unas características que la hacen entrañable y hace que nos identifiquemos con ella y sintamos pena cuando ella la siente y alegría cuando se consuela con mamá cebra.

Físicamente, la ilustran como una cebra redondita con piernas flacas y brazos largos. A modo de caricatura. Tiene la cara afilada y los ojos redondos, y es una cebra desigualmente listada.

Tras perder sus rayas, Camila podría ser una cebra típica de Kandinski, Mondrian o cualquier etapa de la Bauhaus, el expresionismo alemán o un pop art un poco alternativo.

Es un personaje que podemos trabajar en el aula para hacer manualidades, inspirar obras de arte o incluso inventar alguna canción o coreografía, ya que rebosa personalidad por sí misma.


Los demás personajes: Los animalitos que Camila se encuentra en su camino, son personajes que actúan de secundarios. Como en una buena película, éstos ayudan al personaje principal a desarrollarse a lo largo de la historia, le escuchan y ayudan a resolver sus problemas.

La madre de Camila, ya hemos leído que es un personaje compasivo y cariñoso, aunque también autoritario, la forma de hablar y hacer de este personaje, hace que los niños puedan ver reflejada a su propia madre. En este caso es una ayuda enrome para Camila, puesto que gracias a ella consigue canalizar su pena hacia una alegría incontenible.

El resto de los animales, pueden representar los compañeros o amigos de los niños en el aula, diferentes todos ellos pero también actuando muchas veces como iguales y ofreciendo siempre una alternativa de consuelo para la cebrita. Esto muestra como nos relacionamos con otros en nuestro propio entorno.


Valores y contravalores: El manejo de las emociones y la marea que éstas provocan es una constante en todas las páginas de este cuento. Camila empieza el relato eufórica, soñando despierta lo libre que se sentiría rodando por las colinas, gracias al viendo sin sus calzones y sus tirantes.  Se asusta cuando el viento bandido se lleva las rayas de su vestido, y pasa por un estado largo pero transitorio de profunda pena tras perderlos. Con ayuda de sus amigos los animales, cada vez va sintiendo un poquito menos de pena, y finalmente encuentra el consuelo en su madre, una todopoderosa madre, que podría ser la nuestra, que la abraza, la consuela y le hace un regalo para que no le de importancia al problema que ha tenido y disfrute de la linda cebrita en que se ha convertido.

Los valores de amistad, generosidad y solidaridad están latentes en las escenas en las que Camila coincide con todos los animales. Todos ellos le echan una mano ante la consternación de la protagonista y le ofrecen una solución original para ayudarla a que cada vez tenga un poco menos de pena. Incluso en el caso del pato, que se ve que también sufre y tiene un problema, se ve una actitud generosa, cuando busca una solución que interese a ambos y poder seguir su camino más aliviados (refleja el lado más cooperativo del libro).

Camila demuestra verdadera valentía cuando asume su culpa, se arrepiente y decide confesar los hechos, asumiendo también un posible castigo. Hay que ser valientes para asumir que todos nos equivocamos. A través de esto, podemos reflexionar sobre el arrepentimiento que nos generan las acciones menos acertadas que llevamos a cabo.

La comprensión de una madre hacia su hijo, sea cual sea el problema o la situación, también fomenta valores que podemos vivir en familia y da un giro al punto de vista de lo previsible. Hay que abrir la mente para no ver siempre lo malo de todo, sino aprender la lección ante las posibles adversidades de hacerse mayor y de tomar nuestras propias decisiones.

Aunque hemos visto que Camila es una cebra algo egocéntrica, característico de niños de 4 años, también hemos dicho que es un personaje entrañable con el que uno puede identificarse fácilmente. Parece contradictorio, sin embargo, creo que al encontrarse en una etapa de cambio, como los niños con los que vamos a trabajar este cuento, éstos pueden identificarse con ella, y aunque no lleguen a comprenderla del todo ni ponerse en su lugar, creo que es posible que se entristezcan con los problemas de Camila o aplaudan cuando se acaba el cuento y ven como la cebra celebra su alegría con mamá.


Lenguaje: Es coloquial y sencillo, aunque también introduce nuevas palabras que los niños de 4 años no saben. Esto es una oportunidad muy buena para que los niños conozcan algo de vocabulario en el aula de forma divertida y desenfadada.

Por lo general el lenguaje que utiliza es coloquial y la forma en que está maquetado el libro ayuda a leerlo de forma fácil y rápida. Por lo general, cada página tiene uno o dos párrafos cortos de unas dos o tres líneas. Por cada página escrita, la que la acompaña suele estar ilustrada y no siempre lleva texto añadido. Cada pagina doble compone una escena diferente, las palabras se ilustran a la perfección en las escenas de Óscar Villán, lo que hace que el significado del cuento sea más sencillo de entender.

Llama la atención la ternura con que la autora narra la historia, que eso es en cierta medida lo que hace que Camila no te deje indiferente. El principio engancha igual o más que los míticos érase una vez, en lugar de esto, la narración comienza con más dramatismo cuando la autora afirma allá donde acaba el mundo…

 
La lectura se hace muy dinámica, en parte por el lenguaje que utiliza, pero también ayuda la secuencia de preguntas y respuestas, ambas cortas de los personajes del libro, están en constante movimiento y eso hace que quieras pasar la página para ver como sigue.

Otra característica que destaca es que la escritora utiliza mucho las repeticiones y las rimas para desarrollar la narración de esta obra. Siete personajes que hacen siete preguntas, todas iguales y todas con la misma respuesta.

Además el principio y el final de cada escena es similar, ya que Camila empieza con lagrimas de pena y acaba con una rayita más. En la siguiente escena, Camila tiene una lagrima menos de pena y acaba con una rayita más, y así en siete ocasiones, hasta el final.

Las repeticiones y las rimas hacen que la lectura de este cuento sea mágica y tenga un carácter poético que como decíamos, no solo no es difícil de leer sino que es fácil de recordar para los niños.

El vocabulario que destacaría en el aula, si se decidiera trabajarlo más a fondo, sería: desharrapada, sollozar, remiendo, derramar, vestimenta, pasmada, mudar, tul, melodía, espachurrada, escurrir, crin. También intentaría explicarlas en el tono coloquial de la historia, para que los niños las asimilen y las utilicen en el transcurso del curso dentro y fuera del aula, no como una lección magistral y respetando el carácter literario del libro, simplemente como una curiosidad de este y que les vayan sonando una serie de palabras más complejas y diferentes.





CONCLUSIÓN

Después de este exhaustivo análisis de La Cebra Camila, puedo afirmar que es un cuento que tiene mucho encanto. Es fácil para los niños y enriquecedor también para los adultos. Es un libro que puede trabajarse en el aula y también en casa.

Creo que se ha argumentado a lo largo de estas líneas que la idea de trabajarlo en un aula de 4 años es acertada, ya que hemos visto que la actitud y comportamiento de Camila se adecua perfectamente a este rango de edad, y las características sobre todo a nivel de comportamiento y de cómo enfrentarse a sucesos y emociones que sufren los niños de esta edad constantemente.

Es muy enriquecedor poder explicar y comprender desde el aula la etapa de crecimiento que atraviesan los niños, el manejo e identificación de las emociones y reforzar sin machacar los temas secundarios del cuento como son los números, los colores, los materiales… siempre desde un punto reflexivo y no didáctico. Ayudarles a saber darle la importancia justa a los problemas, intentar ver más allá de nosotros mismos, y tampoco está de más tener la oportunidad de ofrecer mayor riqueza de lenguaje a “nuestros niños” a través de nuevos conceptos y vocabulario en desuso hasta ese momento en el aula de infantil.

A modo de conclusión de la conclusión, apuntar que la teoría Piagetiana se basa en el descubrimiento, el aprendizaje interactivo, el respeto del ritmo de aprendizaje, y defiende que la interacción social favorece el aprendizaje.

Creo que La Cebra Camila es una obra que refleja todo esto en cada una de sus páginas: la cebra va descubriendo la generosidad y solidaridad en cada uno de los personajes del libro, aprende gracias a la interacción social a manejar sus emociones y descubre que pase lo que pase siempre va a tener el apoyo incondicional de su madre. Esto es lo que define la vida de los niños con los que trabajamos en el aula: los amigos, la familia y en estas edades conocerse a sí mismos y asimilar una etapa de cambio constante.

Esta narración es una mezcla de rebeldía y emoción contenida en 32 paginas de magia y colorido que espero que no deje a ningún niño indiferente. Además la riqueza de lenguaje, el dinamismo de la historia y las ilustraciones alocadas, hacen sin duda que Camila enternezca, divierta y emocione a mayores y pequeños. Ya lo decía María al principio de estas líneas: “léetelo, es muy chulo”.


Así comienza la narración:
"Allá donde se acaba el mundo, en el país donde da la vuelta el viento, vivía una pequeña cebra llamada Camila." 

Y el resto podéis verlo en el vídeo que os dejo a continuación: 
¡Espero que os guste!

 


BIBLIOGRAFÍA

Núñez, M. La Cebra Camila. (2015). Pontevedra: Kalandraka.
González, N. Cómo educar la inteligencia del preescolar. Manual de habilidades cognoscitivas. (2005). Sevilla: MAD.
Maroni, L. Comprendiendo a tu hijo de 4-5 años. (2008). Barcelona: Paido Ibérica.
Labajo, I. Bloque 1 módulo docente Literatura Infantil. (2016). Madrid: La Salle.
Herrero, J. Módulo docente Psicología de la Educación. (2015). Madrid: La Salle.

WEBGRAFÍA






Y colorín colorado este cuento se ha acabado
Y colorín colorete, por la chimenea sale un... ¡cohete!